Usualmente no consideramos a las herramientas de mano como peligrosas, pero pueden ocasionar lesiones. Los peligros de seguridad provienen de su mal uso o mal mantenimiento. La seguridad comienza con la selección de la herramienta correcta para ejecutar la tarea deseada y el uso de la forma que se consideró al diseñarla. Revise las herramientas para asegurar que no tengan defectos. Reemplace las asas rajadas, astilladas o rotas, así como las cuchillas desgastadas en herramientas de corte. Mantenga las herramientas limpias, afiladas. Cuando termine, devuelva las herramientas a sus lugares de almacenaje.