El desarrollo de buenos hábitos posturales en la edad escolar, promoverá su permanencia y práctica en la edad adulta.
Los niños son importantes consumidores de tecnología, pues aprovechan cualquier oportunidad para usar los computadores, smartphones, tabletas y dispositivos móviles que tienen a su alcance. Les atrae la apariencia de las pantallas táctiles y en seguida aprenden a arrastrar el mouse, a jugar y a explorar.
Si tu hijo pasa mucho tiempo frente a estos equipos, haciendo las tareas del colegio, navegando en Internet, chateando o interactuando en diferentes aplicaciones, ten cuidado, este hábito puede ser dañino para su salud.
Permanecer en posiciones que son antinaturales para el cuerpo puede tensar las manos, el cuello, las muñecas, la espalda, los dedos y los ojos, lo que en consecuencia causa dolor y lesiones derivadas de los esfuerzos repetitivos. Para evitar estos síntomas es necesario que el niño siga las siguientes normas:
Sentarse derecho en la silla
La manera de sentarse es importante. Para hacerlo correctamente el menor debe poner las nalgas en el centro de la silla y doblar las piernas por las rodillas de modo que los pies descansen en el suelo. Si el niño es muy pequeño puede usar un reposapiés. Así mismo, es necesario que la espalda toque el respaldo del asiento todo el tiempo, evitando las posturas encorvadas. Es recomendable que la silla posea un mecanismo de ajuste de la altura.
Usar adecuadamente el teclado
Al utilizar este accesorio, los codos deben quedar doblados como una “L”, las muñecas estar rectas (no dobladas hacia arriba o hacia abajo) y los dedos apoyados suavemente sobre las teclas. En este caso, un reposamuñecas puede ayudar a mantener la posición correcta. En el caso de los computadores portátiles es recomendable utilizar un mouse y teclado externos para no forzar los músculos y lograr una mejor postura.
Fijar la mirada
Al utilizar el computador, los ojos son una de las partes que más resulta afectada, por lo tanto, en importante colocar el monitor a una distancia de 40 a 50 centímetros de la cara del niño, buscando que no tenga que inclinarse para leer la pantalla. Esta última debe estar además a la altura de los ojos, con el objetivo de evitar movimientos constantes de la cabeza. Para ajustar la posición, puedes levantar el monitor utilizando un soporte o colocar uno o dos cojines sobre la silla para aumentar la altura del menor. El portátil siempre debe estar sobre una mesa, nunca sobre las rodillas del niño.
Realizar descansos
El pequeño no debe estar sentado más de 30 minutos seguidos sin descansar. Durante las pausas es importante que mueva los ojos, mire por la ventana y fije la vista en algo que esté lejos, levante los brazos, estire las piernas y camine.
Utilizar apropiadamente los videojuegos, Smartphones y BlackBerrys
Aunque algunos estudios han demostrado que ciertos videojuegos pueden mejorar la coordinación mano-ojo, habilidades de resolución de problemas y la capacidad de la mente para procesar información, el exceso de tiempo dedicado a esta actividad es perjudicial, ya que además de los problemas musculares anteriormente mencionados, la falta de actividad física está fuertemente relacionada con la aparición de sobrepeso en los pequeños. En este caso, el uso de dispositivos periféricos (como la Wii, por ejemplo) es una buena opción para motivar el movimiento corporal en los niños, ofreciéndoles una alternativa menos sedentaria que los dispositivos tradicionales.
Por otro lado, las conversaciones virtuales o chats se han hecho muy comunes en nuestros días y seguramente tus hijos no son ajenos a esta realidad, por lo tanto, es necesario que además de la toma de descansos, mantengan el celular con una posición de muñeca neutral (ni hacia atrás, ni hacia adelante, ni hacia los lados), ya que un poco de angulación en esta zona aumenta la tensión en tendones y nervios. Además, deben apoyar los brazos sobre una mesa o almohada, evitando que estén suspendidos en el aire.
Algunas recomendaciones adicionales
Limita a 2 horas diarias el tiempo que el menor pasa frente a los dispositivos tecnológicos.
Enséñale que debe pulsar las teclas suavemente y tratar de escribir con todos los dedos para evitar tensión muscular en esta zona.
Asegúrate de que las sillas, monitores, dispositivos de entrada y teclados sean adecuados para el tamaño de tus hijos.
No permitas que aumente el volumen de los altavoces a niveles exagerados.
Si su hijo se queja de fatiga, rigidez en el cuello o en la espalda, hormigueo, entumecimiento o dolor punzante, visita al especialista.
Proponle la realización de actividades menos sedentarias como ir al parque o practicar algún deporte.
Sé el mejor ejemplo para tu hijo en cuanto al adecuado uso de la tecnología.
El uso de celulares, computadores y tablets hace parte de nuestra vida diaria, lo importante es que enseñes a tu hijo a interactuar sanamente con estos elementos, mediante el tiempo que pasa frente a éstos y las posturas que adopta, ya que así los dolores musculares hagan parte de las nuevas dolencias que presentan las personas por el mal uso de estos equipos, tus niños no tienen por qué experimentar los mismos efectos, está en tus manos evitarlo, la prevención empieza por casa.
Fuente: http://kidshealth.org /
Descargar Boletín N° 14 – 2015 – La tecnología puede afectar la salud de tus hijos