Boletín N° 6 – 2015 – ¿Cómo sobrevivir a las críticas?

“¡Tu propuesta es un disparate! ¡Este trabajo es de muy baja calidad!”… ¿Has recibido este tipo de comentarios por parte de tus superiores o compañeros?
Vivimos en una cultura extremadamente sensible a las críticas, donde la mayoría de nosotros no estamos preparados para recibirlas, aprender a gestionarlas efectivamente es la mejor forma de evitar que te afecten la vida.
Inicialmente debemos considerar que no todas las críticas son malas, para entenderlo necesitas tener objetividad y serenidad, pero sobre todo, inteligencia emocional para afrontar de manera positiva comentarios relacionados con las tareas que realizas.

Todos buscamos proyectar una buena imagen para recibir la aceptación de los demás y sentirnos seguros, por lo tanto, cuando las críticas son negativas suelen producir incomodidad, molestia y hasta afectar la autoestima de quienes las reciben, pues cuestionan, retan, alejan de la zona de confort y nos hacen sentirnos rechazados, afectando si lo permitimos, más allá del ámbito laboral, recayendo a la parte personal y psicológica… No dejes que te perturben, aprende a sacarles provecho:

Aplica el principio básico: tu bienestar depende sólo de ti, no de las circunstancias ni de aquellas personas que te rodean, independientemente de lo que ocurra en el exterior, de lo que otros digan, no dejes que afecten tu comportamiento, emociones o forma de pensar.
Realízate autoevaluaciones que contemplen tanto tu parte personal como profesional, conocer tus fortalezas y debilidades te ayudará a asumir mejor las críticas sobre estas últimas y a verlas de forma objetiva para trabajar por mejorar. Cuando las críticas sean asertivas, reconoce tu error, agradece a quien te lo hizo ver y haz algo para cambiar.

Aprende a escuchar: no estés a la defensiva y escucha los comentarios de otros, muchas veces no nos damos cuenta de estar fallando hasta que alguien no lo hace notar, después de todo puedes sacar algo bueno de las conversaciones con otras personas. Reflexiona y analiza si lo que dicen es verídico, no es malo aceptar que tengan razón, si no es así, expón con argumentos y respeto tus razones para desvirtuar el comentario.

Cuidado con lo que dices: muchas veces no queremos recibir críticas pero si lo hacemos con los demás, recuerda que de lo que se da, se recibe, que tus acotaciones no sean para herir sino para construir y crecer, es un reto que debes aprender: una crítica bien intencionada es la antesala a la mejora y el crecimiento, una destructiva genera impotencia, ira, resentimiento, actitudes defensivas, bloqueos y evasión de responsabilidades. Las críticas hirientes son el primer paso para destruir la confianza y el vínculo entre las personas; para evitarlas:

Enfócate en las acciones, no en la persona. No generalices, el que algo haya salido mal en una o varias ocasiones, no quiere decir que sea un rasgo permanente. Busca que tu crítica sea concreta, específica y directa, acompáñala siempre de posibles soluciones y opciones de mejora. Antes de criticar, analiza si lo dicho abrirá o cerrará posibilidades de acción y qué impactos puede generar en el otro. ¿Recuerdas la última vez que recibiste o diste una crítica? ¿Cómo fue la experiencia?.

Emitimos juicios de valor de manera constante y casi automática, aun así nadie nos enseña a criticar, pareciera que es una “habilidad” que desarrollamos de manera inconsciente, lo importante es que le saques el mejor provecho y aprendas a la vez a emitir criticas sanas, este es un aspecto clave para mantener buenas relaciones interpersonales y avanzar hacia un objetivo común dentro de un equipo. Fuente: Safety Work

Boletín N° 6 – 2015 – ¿Cómo sobrevivir a las críticas?

Boletín N° 5 – 2015 – Reflexiones sobre el temblor ¿Estabas preparado?

Recientemente se registró en casi todo el territorio colombiano un sismo de 6.6 grados de intensidad en la escala de Richter, el cual me motivó a escribir estas líneas…

Para empezar, hace algún tiempo tuve acceso a una cartilla del Fondo de Prevención y Atención de Emergencias, un material muy didáctico que nos enseña qué debemos hacer en caso de registrarse un evento sísmico. Al tenerla, lo primero que hice fue repartirla entre amigos, familiares y el personal de la empresa, advirtiéndoles que era importante leer las recomendaciones que allí se hacían para tenerlas en cuenta si algún día se presentaba un movimiento telúrico fuerte.
Por mi parte puse en práctica algunas de las cosas que allí se recomiendan: compré el radio y la linterna, pero omití el agua, los enlatados, el pito, etc. Hice un análisis en casa de cuáles serían los puntos más vulnerables, pero en la empresa no, mejor dicho, hice la tarea en un 30%.

Ayer me encontraba en casa con mi hijo, hacia unos cinco minutos había llegado de trabajar y me había despedido de la persona que lo cuida. Cuando empezó el movimiento, los cuadros y las lámparas se mecían fuertemente, me sentía con mareo, mi hijo de cuatro años empezó a asustarse, sin embargo, le trasmití mi calma al decirle que era un temblor y que podía durar un minuto nada más. Me coloqué al lado de una columna y guardando la calma empecé a escuchar a la gente gritando y corriendo por las escaleras, para salir del edificio.

Tan pronto dejó de temblar, bajé los tacos de la luz, cerré el paso de gas y prendí el radio portátil que había comprado para escuchar las noticias y saber con certeza lo que estaba pasando.
Al momento llego la nana de mi hijo, pálida y asustada, contando lo del temblor y preguntándonos si nos encontrábamos bien. Acto seguido ella cogió el celular para llamar a la casa, a lo que le insinué que no lo hiciera porque congestionaría las líneas.

Por la reacción de la nana pienso que mi hijo hubiera entrado en shock, ya que ella no estaba preparada para este tipo de situaciones, entonces, empecé a ver por la ventana como la gente estaba conmocionada, nerviosa y tratando de comunicare con sus seres queridos por teléfono. En los noticieros por televisión se mostraban las imágenes de la gente en los centros comerciales y en algunas partes donde la policía tienen instaladas cámaras de seguridad. Me acordé de todas las campañas de sensibilización que ha hecho el gobierno y a las cuales pienso, las personas no les han puesto el suficiente cuidado, ya que la gran mayoría no respondió adecuadamente ante la emergencia; gritaban y salían corriendo de los apartamentos, la calle cerca al sector donde vivo se volvió un caos total.

Entonces, me surgen una serie de interrogantes que pongo a su consideración, ¿estamos preparados para evacuar, ya sea que nos encontremos en nuestros trabajos u hogares? Afortunadamente los daños reportados fueron menores, ¿qué hubiera pasado si el movimiento de tierra hubiera sido mayor? El sismo fue de 6.6, pero si hubiera sido un terremoto que colapsara las edificaciones, en lo personal no estaba preparado.

Este evento me ha dejado una enseñanza importante: lo primero que haré es volver a leer la cartilla con mi familia y la nana de mi hijo (ella es la persona que permanece la mayor parte del día con él) y hablaré con el personal de mi empresa, para saber exactamente qué hacer y contemplar las medidas pertinentes, resaltando el hecho de que los simulacros de evacuación no son un juego, ni una actividad en la que se puedan perder 40 min de trabajo o aprovecharlos para charlar de otros temas o por celular, los simulacros se realizan con el objetivo de prepararnos para afrontar una situación catastrófica, por lo tanto, deben llevarse a cabo con la mayor seriedad y respeto posible.

Lo segundo, será comprar todo el kit de seguridad que recomienda la cartilla y estructurar un plan de contingencia para afrontar el evento, ya que cuando se presenta un sismo en donde hay destrucción de edificaciones, la ayuda puede tardar varios días.
Lo tercero, será hablar con la gente del conjunto residencial donde vivo para que hagamos simulacros de evacuación, así como preguntar en el colegio de mi hijo si tienen preparado un plan de contingencia ante una emergencia como esta, y si lo practican frecuentemente. ¿Cuántos de ustedes tenían a sus hijos estudiando en ese momento? , ¿Qué hicieron?, ¿Qué hubieran podido hacer?

Por lo general no reaccionamos ante este tipo de iniciativas, sin embargo, en países como Estados Unidos, China o Japón no hay mayores traumatismos, pues la gente sigue las recomendaciones y está preparada, seguramente porque tienen claro que ante un evento catastrófico no sobreviven los más fuertes si no los mejor preparados.
Debemos tomar conciencia de que si sucede un evento como el que sucedió en Armenia hace ya algunos años, el caos y la destrucción serán grandes, ya que no contamos con un cuerpo de socorro suficiente robusto para atender la emergencia en las grandes ciudades. Lo más preocupante es que nosotros mismos generaríamos un caos mayor al no saber cómo actuar y cómo manejar este tipo de emergencias.
La idea es comenzar a prepararse desde ya, porque si diferentes organismos gubernamentales vienen haciendo campañas de prevención e instrucción ante un cataclismo, por algo será. Todavía falta mucho por sensibilizarnos y educarnos ante el tema de una catástrofe natural, más cuando puede presentarse en cualquier momento según lo manifiestan estudios al respecto. Ante esto yo ya me estoy preparando ¿y usted? – Fuente: Martha Galvis Galvis —Abogada

Boletín N° 5 – 2015 – Reflexiones sobre el temblor ¿Estabas preparado?

Boletín N° 4 – 2015 – ¿Por qué no cumplimos nuestras metas? Que este año sea diferente!

Seguramente en diciembre te planteaste nuevos objetivos para el año venidero: ejercitarse más, comprar vivienda, aprender otra lengua, bajar de peso, dejar de fumar, viajar, son algunos de los propósitos más comunes, sin embargo, a medida que pasan los días notas que las buenas intenciones se van viendo opacadas y relegadas, generando a su vez sentimientos de frustración y culpa… ¿Por qué no cumples tus metas?

Existen varias razones que llevan a las personas a inmovilizarse y dejar de actuar, dentro de las más comunes se encuentran:
La búsqueda de pretextos para regresar y permanecer en la zona de confort, es así como el 80% de las personas no llegan a cumplir las promesas que se plantean en diciembre.

No tengo tiempo, no tengo dinero, por más que me esfuerce no lo lograré: este pensamiento refleja estreches de visión, limitándose a una vía, la cual al percibirla llena de obstáculos, en muchos casos imaginarios, terminan haciendo que quien piensa así, no lleve a feliz término el proyecto que trae entre manos.

La falta de amor propio: muchas personas no tienen la voluntad de amarse a sí mismos, así que prefieren seguir quejándose, criticándose, conservando sentimientos de envidia y echándole la culpa a los demás de todo lo que les sucede.
Ninguna de estas razones es realmente válida para posponer los sueños, todo depende de ti, eres 100% responsable de todas las cosas que ocurren en tu vida, bien sea por acción o por omisión.
Las metas cumplen estas cinco propiedades:
Son específicas: cambia “Ponerme en forma” por “Ir al gimnasio los lunes, miércoles y viernes al salir del trabajo”.
Se pueden medir: ¿Cómo sabes si estás avanzando? Ponerte en forma no es fácilmente medible, ir al gimnasio tres días a la semana si lo es.

Son algo que puedes hacer: si el trabajo y la familia no te permiten ir entre semana al gimnasio, puedes articular, salir a correr 30 minutos los sábados y domingos.
Son realistas: si ganar una medalla de oro olímpica en atletismo no está a tu alcance, piensa en algo más razonable.
Tienen una fecha límite: no lo dejes en el aire. Voy a ir al gimnasio los lunes, miércoles y viernes al salir del trabajo, y empiezo el 9 de febrero.
Las buenas intenciones suelen quedarse ahí. Si defines metas tendrás visión a largo plazo y motivación a corto plazo.

¿Cómo pasar de los hechos a las acciones?
Utiliza la estratégica 12-3-1:
Establece tu objetivo para los próximos 12 meses y desarrolla, sin detalle, un plan general para llegar a él.

Concéntrate en los próximos 3 meses. ¿Qué deberías lograr en este tiempo para estar en línea con el objetivo anual? Aquí defines un plan de acciones para el próximo trimestre.
Y por último, ¿qué debes hacer el próximo mes para cumplir con el objetivo trimestral? Aquí debes definir un plan de acciones específicas, a las que debes asignar una fecha límite.
Cada mes debes definir el plan del siguiente mes y cada 3 meses, el del siguiente trimestre.
Si te tomaste el tiempo de reflexionar y plantearte los cambios que quieres tener, que no se queden en simples intenciones, iniciar el año con entusiasmo las primeras semanas no es suficiente, lo importante es mantenerlo y trabajar hasta cumplir los propósitos. Si tu meta era llevar un estilo de vida más saludable, que la visita al gimnasio no sea sólo por unos días, que la alimentación saludable no sea cosa de un mes…

No abandones tus sueños, no regreses a tus viejos hábitos, no olvides tus promesas, no te rindas… Puedes hacerlo. ¿Por qué no hacer de este tu mejor año? ¿Por qué no hacer algo que te dé esa sensación de satisfacción cuando mires atrás al final del año? Recuérdalo: tienes la enorme facultad de elegir la forma en que quieres vivir.

Boletín N° 4 – 2015 – ¿Por qué no cumplimos nuestras metas? Que este año sea diferente!

Boletín N° 3 – 2015 – ¿Este año… ¡Divórciate!

Cuando sientas que has dejado de ser tú mismo, cuando todo lo que te rodea te parezca extraño, ajeno y distante, es el momento de hacer un balance, un análisis de cómo llegaste a esta situación, para luego, divorciarte de todo lo que te hace daño, de todo lo que te aleja de tus deseos y sueños, para comenzar de nuevo. ¡Divórciate!…

Divórciate de la amargura, la tristeza, la envidia, los rencores, las malas caras, el mal pensar de los otros, la ignorancia espiritual, la hipocresía y la falta de sensibilidad. Divórciate de la mediocridad, la arrogancia y la petulancia, del pensar que eres mejor que los demás y de lo negativo que pueda privarte de ser una persona honesta contigo misma.

Divórciate del estrés y la angustia que produce buscar la aprobación de los demás, por tu forma de vestir, casa, carro o bienes, olvídate del qué dirán. Divórciate del sentimiento de culpa y de la ansiedad que produce en el presente, deja de inmovilizarte por lo que sucedió en el pasado, reconoce que cometiste errores y trata de no volverlos a repetir, es mejor aprender del pasado que quejarse de lo que ya sucedió.

Si logras divorciarte de lo que no te hace bien, aprenderás a aceptarte cómo eres, con tu físico, con tu forma de ser, aceptarás las cosas que te rodean sin quejarte por ellas, sin ofenderte.
Es genial ser feliz y vivir esperando el nuevo día con expectativas, crear sueños para luego despertar y comenzar a realizarlos, encontrar amigos que están esperando que lleguemos y digamos algo bueno. Saber que con tus palabras puedes hacer sentir bien a alguien, que puedes extender tu mano y ayudar sin tanto pretexto.

Declárate soltero de los malos sentimientos, cásate con la felicidad y prométele serle fiel por el resto de tus días.

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Boletín N° 2 – 2015 – ¿QUE SON Y PARA QUÉ SIRVEN LAS PAUSAS ACTIVAS?

¿Qué son pausas activas?
Son breves descansos durante la jornada laboral, para que las personas recuperen energías para un desempeño eficiente en su trabajo, a través de diferentes técnicas y ejercicios que ayudan a reducir la fatiga laboral, trastornos osteomusculares y prevenir el estrés. Además, contribuyen a disminuir la fatiga física-mental y a integrar los diferentes grupos de trabajo durante la ejecución de las pausas.

¿Por qué debe hacerse la pausa activa?
Porque los músculos permanecen estáticos así se acumulan en ellos desechos tóxicos que
producen la fatiga. Cuando se tiene una labor sedentaria, el cansancio se concentra
comúnmente en el cuello y los hombros. También se presentan en las piernas al disminuir el retorno venoso ocasionando calambres y dolor en las pantorrillas y los pies.

¿Para qué sirve una pausa activa?
Reduce la tensión muscular.
Previene lesiones como los espasmos musculares.
Disminuye el estrés y la sensación de fatiga.
Mejora la concentración y la atención.
Mejora la postura.

¿ Cuánto es el tiempo necesario para una pausa activa?
Se deben realizar por lo menos 2 veces al día, con una duración de 5 a 10 minutos. En este lapso de tiempo el cuerpo obtendrá la energía necesaria para continuar con las actividades.

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Boletín N° 1 – 2015 – La Tolerancia

La palabra viene del latín “tolerantia”. Se define como respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. A nivel individual es la actitud que tiene un individuo de aceptar aquello que es diferente a sus valores.

El concepto de tolerancia parte de un hecho de que todos los individuos somos distintos y esas diferencias deben ser consideradas como fuente de progreso para la sociedad, permitiendo hacer más provechosa la convivencia entre hombres y mujeres. Es la aceptación o reconocimiento de la pluralidad de doctrinas o posiciones.
En el orden de la psicología humana, solo se puede ser tolerante con aquello que nos causa molestia, con lo que no estamos de acuerdo pero que se acepta para mantener el orden que se ha establecido en la sociedad y que está basado en un conjunto de prácticas, actitudes y valores.

En el plano social constituye uno de los valores humanos más respetados y considerado como fundamental para la convivencia o coexistencia pacífica con los demás. Es todo lo contrario a la persecución de la persona o grupo considerado diferente o problemático. Cuando se es tolerante se entiende que si alguien es de una raza distinta de la suya o proviene de otro país, otra cultura, otra clase social, o piensa distinto de él, no por ello es su rival o su enemigo.
A lo largo de la historia ha habido muchos casos de intolerancia étnica, política o religiosa. El punto común de todas ellas ha sido el querer imponer, a toda costa, la voluntad de un individuo o grupo social haciendo uso de la violencia o agresividad. Basta recordar la intolerancia de la iglesia durante la inquisición, el fundamentalismo como exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida, el exterminio de los judíos por parte de los nazis o las dictaduras latinoamericanas en las que la intolerancia era la forma de llevar a cabo el absolutismo para imponer una sola ideología con todo el poder concentrado en una persona. Y para tiempos actuales, basta con ver el atentado al semanario satírico “Charlie Hebdó” en París donde en un atentado yihadista, asesinaron a 12 personas del mismo.

La tolerancia debe admitirse como el respeto a la diversidad, sin embargo este respeto a las diferencias tiene un matiz activo y pasivo. Ser tolerante pasivo puede tener un grado de perjuicio cuando, por ejemplo, se es indiferente ante la violación de los derechos fundamentales de las personas. Hay situaciones en las cuales no podemos ser inertes y debemos actuar con energía, mas no con violencia. Ghandi decía “si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos”.
En otro orden, la tolerancia activa busca entender y valorar las ideas discrepantes, implica solidaridad y benevolencia, entendiéndose esta última como simpatía y una actitud de buena voluntad. Séneca, filósofo romano, decía que los hombres deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque “el hombre es cosa sagrada para el hombre”.
Pero ¿de qué manera podemos aceptar la diversidad de ideas o posiciones?
– Pongámonos en el lugar de los otros para tratar de entender sus problemas y su manera de actuar.
– Escuchemos sin interrumpir y permitamos a los demás la oportunidad de expresarse.
– Veamos en la diversidad de razas y culturas una señal de la riqueza y amplitud del mundo, en lugar de motivos de desconfianza.

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